martes, 4 de febrero de 2020

Chile: "No somos un país de indios"


Chile: "No somos un país de indios"


Christian Colombet

El libro Para nacer he nacido publicado en 1978, es una obra póstuma del laureado poeta y escritor chileno Pablo Neruda (1904-1973). En el capítulo denominado “Nosotros, los indios”, Neruda al referirse a su país natal, afirmaba: “Nuestros recién llegados gobernantes se propusieron decretar que no somos un país de indios”, y prosigue en estos términos “Entre todos hemos ido borrando la Araucanía, apagando los diamantes del español Ercilla”.

En este capítulo de la mencionada obra, el poeta narra una anécdota durante su desempeño como Cónsul General de Chile en México, cuando Pedro Aguirre Cerda era Presidente del país austral, quien gobernó desde 1938 hasta su fallecimiento en 1944, cuando aún se encontraba en el ejercicio del cargo. Con el fin de dar a conocer en México la historia de su patria, Neruda funda una Revista; para darle título a la Revista no quiso llamarla Chile, por cuanto esta palabra tenía dos o tres acepciones que, al parecer de Neruda, no eran muy respetables. Es por ello que decide denominarla Araucanía, en cuya portada salía una sonriente mujer araucana. Envía ejemplares de la Revista al Presidente Aguirre, al Ministro de Relaciones Exteriores chileno y al Director Consular, esperando que lo felicitaran por su iniciativa. Sin embargo, le responden tardíamente con una frase “Cámbiele de título o suspéndala. No somos un país de indios”. El embajador chileno en México también le reitera: “No, señor,  no tenemos nada de indios”. Según este embajador, las órdenes  provenían del propio Presidente de Chile.

Continúa en su relato Neruda, que una exposición fotográfica de Antonio Quintana, cuyo nombre fue Rostros de Chile, estuvo recorriendo varios países de Europa, y en París por mandato de la diplomacia chilena en Francia, le quitaron a dicha exposición las fotografías araucanas y se alertaba “¡Cuidado! ¡No somos indios!”. Al final de su relato, nos recuerda Neruda que el Diccionario Araucano cuyo autor fue el lingüista y filólogo Rodolfo Lenz (1863-1938), se había agotado hacía tiempo y no había nadie que lo volviera a editar. Termina el capítulo con esta frase: “Compañero Alonso de Ercilla: La Araucanía no solo es un poema, es un camino”.  

Pero…, ¿será cierto que Chile no es un país de indios? Veamos: Cuando llegan los colonizadores españoles al continente americano en el siglo XVI, y de manera particular, cuando Pedro de Valdivia funda el 12 de febrero de 1541 lo que hoy es Santiago, la capital chilena;  ya existía desde tiempos remotos una numerosa población indígena precolombina esparcida por toda la región, incluyendo el país austral. Esta población fue diezmada paulatinamente por el genocidio perpetrado, a través de muchos años de lucha y resistencia.

Al ubicarnos en la fecha del relato de Neruda (mediados de la década de los años 40 del siglo anterior), la población total chilena era de un poco más 5 millones de habitantes, con una importante presencia de pueblos originarios. Según los datos del Censo de 2012 del Instituto Nacional de Estadísticas de ese país, la población indígena era de 1.632.220 y representaba más del 11% de la población total del país, distribuida de la siguiente forma: Mapuche con 1.442.214 personas; Aymara, Likan, Anten, Quechua, Kollan y Diaguitas con 182.098 personas y Rapa Nui, 7.888 personas. Mientras que para el Censo de 2017, la población indígena alcanzó la cantidad de 2.185.792 personas y representaba más del 12% de la población total de Chile, nación que ya tiene  un poco más de 19 millones de habitantes. En la actual Constitución chilena aprobada en la dictadura de Augusto Pinochet y vigente desde 1980, no se prevé ningún reconocimiento de los derechos de los pueblos originarios, que padecen la discriminación  y viven en la pobreza, el desempleo y el analfabetismo, sobre todo la población mapuche que es la más numerosa. Hay quienes desde Chile, abogan por la inclusión de sus derechos en una futura reforma constitucional  y consagrar el Estado plurinacional  y multicultural, como es la característica de la mayoría de los países de la región. 

Algunos datos porcentuales aproximados de la población indígena de algunos países de América Latina, tomando en cuenta el tamaño de la población total, son los siguientes: México (13%); Perú (22%), Bolivia (56%), Chile (12.8%), Venezuela (3%). De este grupo de países, México es el que tiene la mayor población indígena de la región, con más de 16 millones de habitantes de los 130 millones que conforman el total de su población; sin embargo, Bolivia con una población indígena superior a 6 millones, se considera  la nación más indígena,  por cuanto dicha cifra representa más del 50% del total de la población de ese país andino. Y como se puede observar, Chile presenta una población indígena notoriamente mayor a la que existe en Venezuela.

Habrá que releer e interpretar en su acertada dimensión, el poema épico “La Araucana” que data de 1569, cuyo autor fue el soldado y poeta español Alonso de Ercilla y Zúñiga quien estuvo y combatió en tierras chilenas durante los primeros años de la conquista. Así podríamos entender la frase  del vate Neruda: “Compañero Alonso de Ercilla: La Araucanía no solo es un poema, es un camino” y reafirmar que en Chile y en toda América sigue  latiendo el corazón de los pueblos originarios. 

Christian Colombet, 4 de febrero de 2020