Chile: "No somos un país de indios"
Christian Colombet
El
libro Para nacer he nacido publicado en 1978, es una obra póstuma del laureado poeta y
escritor chileno Pablo Neruda (1904-1973). En el capítulo denominado “Nosotros,
los indios”, Neruda al referirse a su país natal, afirmaba: “Nuestros recién
llegados gobernantes se propusieron decretar que no somos un país de indios”, y
prosigue en estos términos “Entre todos hemos ido borrando la Araucanía,
apagando los diamantes del español Ercilla”.
En
este capítulo de la mencionada obra, el poeta narra una anécdota durante su desempeño
como Cónsul General de Chile en México, cuando Pedro Aguirre Cerda era
Presidente del país austral, quien gobernó desde 1938 hasta su fallecimiento en
1944, cuando aún se encontraba en el ejercicio del cargo. Con el fin de dar a conocer en México la historia de su patria, Neruda funda una
Revista; para darle
título a la Revista no quiso llamarla Chile, por cuanto esta palabra tenía dos
o tres acepciones que, al parecer de Neruda, no eran muy respetables. Es por ello
que decide denominarla Araucanía, en cuya portada salía una sonriente mujer
araucana. Envía ejemplares de la Revista al Presidente Aguirre, al Ministro de
Relaciones Exteriores chileno y al Director Consular, esperando que lo
felicitaran por su iniciativa. Sin embargo, le responden tardíamente con una
frase “Cámbiele de título o suspéndala.
No somos un país de indios”. El
embajador chileno en México también le reitera: “No, señor, no tenemos nada de
indios”. Según este embajador, las órdenes
provenían del propio Presidente de Chile.
Continúa
en su relato Neruda, que una exposición fotográfica de Antonio Quintana, cuyo
nombre fue Rostros de Chile, estuvo recorriendo varios países de Europa, y en
París por mandato de la diplomacia chilena en Francia, le quitaron a dicha
exposición las fotografías araucanas y se alertaba “¡Cuidado! ¡No somos
indios!”. Al final de su relato, nos recuerda Neruda que el Diccionario
Araucano cuyo autor fue el lingüista y filólogo Rodolfo Lenz (1863-1938), se
había agotado hacía tiempo y no había nadie que lo volviera a editar. Termina
el capítulo con esta frase: “Compañero Alonso de Ercilla: La Araucanía no solo
es un poema, es un camino”.
Pero…,
¿será cierto que Chile no es un país de indios? Veamos: Cuando llegan los colonizadores españoles al
continente americano en el siglo XVI, y de manera particular, cuando Pedro de Valdivia funda el 12 de febrero de 1541 lo que hoy es Santiago, la capital chilena; ya existía desde tiempos remotos una
numerosa población indígena precolombina esparcida por toda la región,
incluyendo el país austral. Esta población fue diezmada paulatinamente por el
genocidio perpetrado, a través de muchos años de lucha y resistencia.
Al ubicarnos en la fecha del relato de Neruda (mediados de la
década de los años 40 del siglo anterior), la población total chilena era de un
poco más 5 millones de habitantes, con una importante presencia de pueblos
originarios. Según los datos del Censo de 2012 del Instituto Nacional de
Estadísticas de ese país, la población indígena era de 1.632.220 y representaba
más del 11% de la población total del país, distribuida de la siguiente forma:
Mapuche con 1.442.214 personas; Aymara, Likan, Anten,
Quechua, Kollan y Diaguitas con 182.098 personas y Rapa Nui, 7.888 personas. Mientras que para el Censo de 2017, la población indígena alcanzó
la cantidad de 2.185.792 personas y representaba más del 12% de la población
total de Chile, nación que ya tiene un
poco más de 19 millones de habitantes. En la actual Constitución chilena aprobada en la dictadura de Augusto Pinochet y vigente desde
1980, no se prevé ningún reconocimiento de los derechos de los pueblos
originarios, que padecen la discriminación
y viven en la pobreza, el desempleo y el analfabetismo, sobre todo la
población mapuche que es la más numerosa. Hay quienes desde Chile, abogan por
la inclusión de sus derechos en una futura reforma constitucional y consagrar el Estado plurinacional y multicultural, como es la
característica de la mayoría de los países de la región.
Algunos datos porcentuales aproximados de la
población indígena de algunos países de América Latina, tomando en cuenta el
tamaño de la población total, son los siguientes: México (13%); Perú (22%),
Bolivia (56%), Chile (12.8%), Venezuela (3%). De este grupo de países, México
es el que tiene la mayor población indígena de la región, con más de 16
millones de habitantes de los 130 millones que conforman el total de su
población; sin embargo, Bolivia con una población indígena superior a 6 millones,
se considera la nación más
indígena, por cuanto dicha cifra
representa más del 50% del total de la población de ese país andino. Y como se
puede observar, Chile presenta una población indígena notoriamente mayor a la que existe en
Venezuela.
Habrá que releer e interpretar en su acertada
dimensión, el poema épico “La Araucana” que data de 1569, cuyo autor fue el
soldado y poeta español Alonso de Ercilla y Zúñiga quien estuvo y combatió en
tierras chilenas durante los primeros años de la conquista. Así podríamos
entender la frase del vate Neruda: “Compañero Alonso de Ercilla: La Araucanía no solo es un poema, es un
camino” y reafirmar que en Chile y en toda América sigue latiendo el corazón de los pueblos
originarios.
Christian Colombet, 4 de febrero de 2020
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